Advertencia: Este blog es 90% gay.La sobreexposicion a èl podrìa causar daños irreversibles.Tomar por tanto las medids pertinentes.
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viernes, 30 de octubre de 2009

Anécdotas de Colegio

He dicho innumerables veces que odio mi paso por la Secundaria. Aquí algunos “recuerditos”.

Colegio GUE. Ricardo Bentin en el Rimac

*En tercer año me tocó el curso de Informática con el profesor más pesado que pueda existir: Aquiles Vallumbrosío, lo denuncio. El muy maldito ni avanzaba su clase, y yo me veía impotente que nada de Programación, Sistema Binario, Corel Draw, Photo Shop, Multimedia avanzado. Él muy maldito se decidió un día explicarnos el Sistema Binario no sin antes dejarnos 2 horas pedagógicas resolviendo Matemáticas. ¡Qué mierda tiene que ver! En fin, soy malísimo para matemática, y me sacó a resolver no sé qué diablos… Y el profe me pidio el P.N ¿P.N? Nunca en la vida me habían pedido tal cosa. Tonto yo, escribí “pene”. Era un profe maldito.

*En cuarto año había escrito en pocos párrafos una escena de sexo entre dos lesbianas. (En aquel tiempo pensaba que se satisfacían introduciéndose objetos). No sé cómo, pero ese papelito pasó por las manos de todos. Al final todos creyeron que pertenecía a una de las mujeres del salón con problemas de identidad sexual.

*En la clase de Lenguaje expuse una carta de una señorita (ya me olvidé su nombre) que pedía liberen a su prometido de la cárcel, y al terminar algún chistoso hizo un “Uhhh”, “sau”, “Mmmm”, “Iuuuu”, “Síii”. ¿Adivinen qué hizo la profesora? La profe dijo: “Ya, ya, no molesten a su compañero… tiene derecho a escoger su opción sexual”.

*En la Academia, en la clase de Cívica, el profe enseñaba derechos básicos. Y bromeó conmigo para un ejemplo donde se suponía que había sufrido una violación. “A todos le puede pasar” dijo el profesor. “Sí, hasta a usted” le grité para que todos oyeran. “Uy, se picó… ya no te preocupes te vamos a coser”.

Esto último no ocurrió en el colegio, pero es muy bueno para no ponerlo. Hay muchos más, por supuesto, pero mi MEMORIA SELECTIVA ya borró algunos.

martes, 20 de octubre de 2009

Recuerdo...

El fue un buen amigo
"You've been the best friend I could ever have... no matter what ya've done I'll always be next to ya..."
Esas fueron las palabras con las que terminaba su ultima carta. Esa carta que tenia dibujitos, stickers y que olia a fresita. El tambien fue el mejor amigo que pude tener, el que nadie podria reemplazar. Tal vez era mas que eso y fue justo eso lo que arruinò todo.

Lo conoci cuando aun era un niño, era un pekeño de ojos verdes y cabellos risados. No nos llevabamos muy bien al principio, peleabamos, teniamos problemas. Lo detestaba pero temine amandolo. No podìa hacer nada contra un pekeño tan lindo. Se convirtiò en mi mejor amigo y mas pronto que tarde me confesò ser gay. Yo para entocnes que luchaba contra mis impulsos de pre-adolescencia terminè deduciendo que tambn lo era yo. Pasamos tanto juntos, mas de loq ue deberian dos buenos amigos y fue el que (a pesar no lo crea) me inspiro y dio el valor de confesarles a mis padres sobre mi real orientacion sexual.

Recuerdo que las chicas babeaban por el. El por su parte babeaba por un chico llamado Max... (Que por cierto tambn estaba wenazo..) Lo ame en secreto durante mucho tiempo. El dia que decidi decirle que estaba enamorado de el no dijo nada, me miro kon sus ojitos verdes y pude entenderlo todo. El no sentia lo mismo por mi. Teniamos 15 años los dos. El me ganaba por tres meses pero yo siempre lo vi komo mi pekeño. Mi pekeño de ojitos verdes. Fue el primer chico del que me enamorè pero las cosas salieron mal. El no era para mi y yo tardè mucho en darme cuenta.

Gastè lagrimas, penas y noches sin dormir escribiendole y el ni me leìa. El preferia que solo fueramos amigos. Me querìa si, pero como amigo, pero cada vez que decia que lo amaba el no hablaba claro y me daba falsas esperanzas. A veces yo solo me las inventaba.

Sus padres estaban a punto de separarse.Tenia muchos problemas con los cuales lidiar y prioridades que atender. Tarde me di kuenta que yo estaba de sobra en su vida.
Una noche mi madre me llamò a mi cuarto dicendome que me buscaban abajo. Cuando baje lo vi sentado ahi en mi sofa, tenia los parapados rojos como si hubiera llorado toda la tarde. Sube le dije. Y cuando nos sentamos en la cama despeus de cerrar la puerta me abrazo muy fuerte y no dijo nada, soltò a llorar y yo no pude resistirlo. Lo amaba tanto y eso me quebraba.

Nunca entenderè las razones y mekanismo de como funciona la vida, el ser humano y todo este planeta. A veces desearia no sentir. Yo lo amè tanto pero ya no. Tarde mcuho en poder enterrar y mutilar el amor no correspondido. Y aunke logre tener una relacion con el, hoy kreo ke fue mas para mal que para bien. Lo perdì mas pronto de lo que su carta prometia.

Cuando terminò el colegio y nos separamos el conociò a un chico en la universidad y en menos de dos meses ya eran novios.
Hace mucho tiempo un gran amigo mio me dijo "Lo que no nace, no crece" y yo podria jurar que akellas caminatas largas junto al niño de los ojos verdes eran akel nacimiento de algo hermoso. Me equivoquè, lo acepto, peor no puedo evitar recordar con nostalgia a alguien que a pesar de todo, a pesar de no amarme komo yo hubiera querido, fue el mejor amigo que siempre quize tener y lo consegui. Fueron 5 hermosos años.

... Y aunque hoy el se haya perdido en medio de tanats cosas que antes nunca hubiera aceptado, lo quiero, pero solo es eso. Lo quiero y lo extraño... ya le pedirè otra caminata de esas. Espero acepte.

sábado, 17 de octubre de 2009

¡Condones!

Para un chico de 16 años es muy difícil conseguir preservativos. Es todo un esfuerzo sobrenatural.

Cuando estaba en la Secundaria (supongo que Eliot repitió de año porque tengo su misma edad y el año pasado salí del colegio), dos señoritas fueron al colegio en una Campaña de Salud traumándonos con herpes al pene, hongos vaginales, la ladilla, el sífilis, etc.
Estas dos señoritas antes de irse nos dijeron que si vamos a la Preventiva (que queda cerca de la escuela) nos regalarían condones… para de esa forma ser responsables.
“Por qué no simplemente colocan dispensadoras de condones gratis junto al videojuego de Taken” pensaba yo.

Y un día, como era evidente, fuimos a la Preventiva ilusionados de cargar las mochilas de tiras y tiras de látex. Pero no. Le di el nombre de la señorita “regaladora de condones” la recepcionista. Y me dijo que se encontraba en el departamento de Ginecología”. Y los otros dos amigos con quienes había ido se chuparon.
Sí, yo hombre de 16 años bien masculinos… fui a la ginecóloga. Y no la encontré. La derivaron de posta, y no sabía cómo preguntarle a la recepcionista por “la persona que despacha condones gratis”. Mucho roche. Así que me fui.

Otra anécdota.
Hubo cierta vez en que fui a una botica a comprar condones. No me pregunten la historia completa, ya que fue una etapa muy oscura en mi vida que prefiero no recordar.
Como seguía diciendo. Entré a una botica de los alrededores de la Av. Alfonso Ugarte y a una señora sesentona le pedí una caja de condones de marca Chanchito. Seguramente en aquella vez tenía cara de niño o cara de huevón, no sé; la señora me dijo: No vendemos sin receta médica.
Y como no tenía receta médica para comprar profilácticos, me fui triste.

Preguntarán: Únicamente hay un motivo para comprar condones, y si no los había comprado… Qué hice. Pues yo soy muy serio (!) y sí los conseguí.

Un amigo de un amigo de un amigo es dependiente de farmacia. Y parecía ser que tiene la misma idea que yo: Los muchachos responsables siempre tienen preservativos a mano. Y yo santifico eso.
En la farmacia donde él trabaja cambian los preservativos antes de que caduquen. Y siempre repartía entre sus amigos decenas de condones, de colores, con sabores, tamaños, grosores, retardantes, lubricados al extremo, fosforescentes, etc. Y yo todo pudoroso le pedí. ¡Y me dio una caja de tiras y tiras!

Nota Aclaratoria: En esa oportunidad no tuve un “encuentro carnal”, por razones que no comentaré no se llegó a realizar. Así que todavía estoy casto, puro, inmaculado, sin ningún rastro de mancha impúdica.

Esto lo escribo para demostrar que estoy a favor de la despenalización del aborto en casos de malformación del feto y violación. Que el Congreso se ponga firme.

miércoles, 14 de octubre de 2009

Kintian Mara


Ella: ¿ Cómo te llamas, hijo?

Yo: Mmm, no recuerdo.

Ella: Cri...

Yo: ¡Ah! Kintian Mara

Aún recuerdo cuando mi profesora de inicial me preguntó mi nombre y yo no recordaba cuál era. Aún recuerdo su sonrisa, las canciones en ingles, las tardes que dormía con mi nana luego de hacer tareas, la taza de leche con chocolate Hersheys tradicional (porque el de fresa era "ajjjqueroso"), la lista interminable de regalos por navidad y las travesuras que hacía con mi abuela.

Más adelante, cuando estaba en primaria, era muy sonriente, me gustaba hacer sentir mi presencia. De pequeño quería ser modelo, caminar por la pasarela y que todos me admiren por la presencia al andar. A mí no me gusaba jugar con carritos, pero sí con lego o con niños y niñas. Tampoco me gustaba vestir "con ropa decente" como decía mi madre, sino con lo que hiciera notar más. Siempre he sido egocéntrico, pero lo he sabido cotrolar. Conforme crecí me di cuenta que no era un niño normal; es decir, no tenía los mismo gustos que los otros niños. Yo me ponía celoso si veía a mi primo dejarse tocar mucho por Susanita. Recuerdo que una vez le tiré un puñete que le hizo llorar. Yo lloré depués... Luego, a mí me gustaba pelearme con JD para ver quién tenía más fuerza, pero no lo hacía mucho por eso. Lo hacía porque "sentía extrañanamente agradable" sentir su cuerpito junto al mio.

Conforme crecí me dí cuenta que no sabía si me gustaban las niñas o los niños. Por un lado, tenía mis sueños humedos con una chica española que conocí en el centro cultural España. Por el otro, tenía a ese lindo chico de origen italiano que acababa de llegar ami colegio y que se veía muy atractivo mientras jugaba futbol o practicaba natación conmigo. No lo supe en ese instante, ni lo llegué a saber hasta un año antes de acabar el colegio en cual vivía perdidamente enamorado de la chica más linda del Británico. Ella veces me coqueteaba. Ella se llamaba Rocío. Yo era el típico chico popular que conocía y que era conocido por todos. Era el chico amado por los profesores. Creo que hasta la señora de la cafeterçia me amaba. En fin, ella estuvo al final con un amigo mío. Ella me confesó entre lágrimas que lo sentía, yo tambiñen lloré. Dos semanas bastaroon para enterarme por boca de mi amigo que él la había visto agarrano con la falda "másarriba de lo normal" con un pata. Él lloraba, yo lloré después. ¿Qué pasó con ella? Viajó a Madrid y no he sabido nada más de ella, excepto por algunas cartas suyas, me quiere ver. ¿Qué pasó conmigo? Entré en un cuadro depresivo y tuve que acudir a mi psicoterapeuta, a mi psiquiatra, a mi dermatólaga y, finalemnte, al papel y mis lapiceros.

Luego, acabé el colegio. Entré a la UPC. Mi papá odiaba la idea que studie Periodismo. Yo lo haría con el fin de ser feliz y, de paso, fastidiarlo. Yo no hice muchos amigos allí, pero sí conocí chicos con quienes podía gastar sin sentir remordimiento. Era raramente feliz. Luego, lo conocí. Se llamaba J, estudiaba arquitectura y tenía el cabello castaño y los ojos verdes más hermosos que he conocido hasta ahora. Me enamoré. Él era mi amor platónico, o al menos yo creía eso. Pero, un tarde gris de Julio él decidió alejarse de mí. Yo lloré, él no. Quise restroceder el tiempo y darle la oportunidad al otro chico que me había gileado todo ciclo, pero a quién había negado el placer de conocerme. Ya era tarde, él había puesto sus ojos sobre otro. Él me dijo que la venganza es dulce. Yo le dije que jamás iva a encontrar alguien como yo por más que me intentase suplantar. Él lloró. Yo me fui con los ojos llorosos, pero con un sonrisa de oreja a oreja.

Acabó el ciclo y con él una etspa en mi vida. Los sigueintes meses me la pasé en talleres de teatro y actuación. Aún persistía en mi ls ganas de imponer mi presencia. Él teatro era, o es, el luga perfecto para hacerlo. Practiqué mucha actuaión durante esos meses. Creé un blog dónde contaría mis perepecias como chico en ascenso popular. El plan era perfecto, solo había un ligero problema, ¿cómo volver a ser popular de manera rápida y sencilla? No lo sabía. Nunca lo supe.

Mi vida trancurriría a ritmo normal hasta la reaparición de R, mi chato, mi R...ito, mi mejor amigo. Él me presentaría al chico que me haría cambair, a Mar. Mar no es, digamoslo así, la persona más calificada para salir en un comercial. No tiene mucha gracia. Pero, a pesar de eso, yo le veía atractivo. A mí me gustaba como era. Yo le escribí poemas. Yo le esribí cartas, Yo gasté tinta en él. Yo me fui a la playa con él. Yo me llegué a enamorar de él... Él fue el primer chico que me invito al su restaurnt favorito su bebida predilecta. Él fue el primer chico que me mando un mensaje de texto que decía: te extraño mucho. Él fue el primer chico que me abrazó en la calle por un buen tiempo. Él cambió en su carácter para conmigo cuando volvimos de la playa. Él ya no me volvió a mandar ningun mensaje de texto. Él ya no volvió salir conmigo un fin de semana. Él ya no me extraño más. Yo lloré mucho. Yo me deprimí. Yo volví a recurrir a los antidepresivos a hurtadillas. Yo entré a Pamer, yo seguí con mi vida normal.

Una vez en Pamer hize buenos amigos. Tuve muchas etapas depresivas a costa de que añoraba ser aquel chico popular que llegué a ser. El poder es agradable. El poder engrandece. El poder tener más fuerza sobre ti y el hecho de hacerla notar se siente bien. Después, entré a la ULIMA y desde entonces he tenido una vida normal.

No puedo creer que ahora tenga una vida normal. Se siente raro. Se siente raro no ser quién una vez fui. Sé que es estúpido lamentarse, pero me es difícil a veces no recordarlo. A veces creo que debí ser rey, o patricio, o algo parecido en alguna vda pasada. Nuna me he visto como esclavo, pero hay gente que sí. Siempre he ansiado más. Más amor, más poder, más salud, más plata, etc. No me crean, tampoco, un chico materialista que sólo ansía poder y reconocimiento, también tengo mi corazón. Es solo que nuna he hallado un chicocon quién compratir mis sentimientos y mi manera estraña de ver el mundo. Algunosamigis dicen que es muy malo que yo sea exigente al momento de conocer un chico, otros dicen que está bien. Yo no lo sé, pero sé que depués de leer esto, mi estimado lector, tendrá una mejor idea de quién es Maxito y del porqué toma algunas esiciones o piensa de deterinadas maneras frente a algunos temas.

Hasta Pronto!

lunes, 12 de octubre de 2009

Mi primera renovación



1


De ida



Regreso a mi casa en mi "rica" combi, digo "rica" porque ahi "hateo bien rico". Y es que he dormido tantas veces en una combi (entiéndase que me refiero a cousters, combis propiamente dichas y "microbios") que se me es todo un placer poder dormir en una, más si uno sale de su universidad un viernes por la tarde, es decir luego de toda una semana llena de messenger y gileos (eso cansa). Pero, !oh no! se me ocurre salir en hora punta, y adiós mi "rica combi". Ya no hay nada de "rico" si voy parado y llevando esa mochila que por alguna razón de la cual ni yo mismo sé siempre parece que es equipaje para un fin de semana veraniego de camping en la playa. Además de que al ver desde el paradero a lo lejos como mi "supuesta rica combi", que en este caso es el gigantesco Daewoo, "ya no es tan rica" porque se ve llena, tengo que mentalizarme de que ya no dormiré, de que iré parado. Quiero aclarar de que tampoco es que odie ir parado, incluso aveces lo prefiero antes que ir sentado, hay momentos en los que mi mayor deseo desenfrenado es dormir en mi delicioso asiento verde agua, de plástico duro y gastado que tiene el gran Daewoo. Y ese era uno de esos momentos.

La gente entra en desesperación, comienzan a sudarles las manos, buscan desenfrenadamente su carnét universitario y su "luca", de preferencia esa que no les quizo aceptar la "tía" de las fotocopiadoras de letras, cuando ella misma les dió esa moneda de vuelto 10 minutos antes -ya, ok, quizás esto último solo me pasa a mí-. Cada vez que se acerca el gigante en ruedas, los nervios son mayores, los látidos se incrementan -y eso que esto no pasa ni con el café altomayo B3 de la maquinitas expendedoras-. Ya nadie puede resistirse más, está demasiado cerca como para poder seguir esperando, la desesperación llegó a su clímax. Y...y...



Es aquí cuando todos corren por sus vidas, por su honor, por su existencia. Todos corren hacia el Daewoo. Y es que saben que si no se suben ahora, tendran que esperar 8 minutos aproximadamente, y son 8 minutos de tu vida que se irán -osea "no corre pe"-.

Ya bueno, no todos corren, pero al menos apresuran el paso, hay otros que si, sin "roche" alguno la "pican con todo." Yo soy de los que quiere correr, pero que siento que seria un poco grosero hacerlo -yo soy de los "lornazas" esos que , por ejemplo, dicen "hagan una columna" todos corren para estar primeros, yo en cambio voy lento, asi termine último, y es que desde el final de la columna, me digo a mi mismo tratando de consolarme: "somos personas, no animalitos para andar corriendo", en fin esto es algo debatible, pero dejenme con esa idea para seguir consolandome desde el final de las columnas-.

Al final, pude subir, pagué mi "lucrecia" al chofér y a soportar parado y aplastado ese viaje...




"Una casita, dos casitas, un tico, dos ticos, un choque, una coima, un bachecito, dos bachecitos, tres bachecitos, cuatr... au ... un cráter" Voy diciendo mentalmente mientras avanza lentamente por Javier Prado el gran Daewoo. Y no me queda otra más que contar porque no tengo ni ipod, ni mp3, ni mp4, ni cel -si, leiste bien, tampoco tengo cel, pero esa es otra historia-, osea no tengo nada de nada para escuchar durante el viaje. Asi que sigo contando "una casita, dos casitas, tres ca...si..tas...cuatro....ca..." Me quedo dormido parado y mi cuerpo comienza a sentirse ligero, comienza a soltarse, a ablandarse y...

!PUM! Me suelto, por el movimiento y por estar semidormido, de la baranda y felizmente que el carro estaba lleno porque asi el gordito de al lado pudo amortiguar y evitar mi enminente caida. Pero no fui el único, la mayoria no puede resistir y producto de una "cráter" -uno de los tantos en nuestras accidentadas avenidas- varios no pueden evitar soltarse de donde se agarraban (asiento, barandas) Hay empujones entre todos los parados, e incluso algunos en sus caidas llegan a golpear a personas sentadas.

Habia sido un "cráter" más, esta vez de magnitudes colosales. Se escuchan gritillos y murmullos además de que algunos, los más saltones, le recuerdan a su mamá al chofer. Yo digo, pobre señor, el no tiene la culpa de las condiciones de las pistas, su culpa seria cuando frene de golpe...

Diez minutos más tarde, cuando ya se habia despejado la avenida, hay una frenada de golpe, ocasionando consecuencias similares a las del "cráter". Más recordatorios de la madre del chofer.

Pero bueno, luego de toda una odisea de hora y media aproximadamente -consideremos que era hora punta- consigo llegar a mi hogar. Ahi voy directamente a mi habitación, más específicamente en busca de mi laptop. Saludo a mis padres rápidamente. "¿Qué tal te fue?" pregunta como siempre mi mamá y yo como siempre respondo con mi clásica voz apagada mi clásico "Bien." Casi siempre respondo igual, asi haya sido el día más nefasto de mi vida, igual respondo con esa pequeña palabra. Y es que como dice un tío, "uno puede decir que está bien siempre, pero la pregunta es si bien bien o bien mal".

Prendo mi laptop y a relajarme luego de un agotadora semana ...



~Esta historia -espero- continuará.~

miércoles, 7 de octubre de 2009

Momentos memorables


Hace dias estaba pensando en los momentos memorables de mi fuckin' vida. Leyendo por ahi en el blog de mi querido amigo (y futura pareja) Gus encontre los cinco momentos de su vida :/ Yo no estoy ahi. Bueno, serà porque hasta entocnes no me conocia. En fin dejo este post libre, para que digan lo que quieran y no digan despues que yo no intervengo en este puto blog que cree.

Y Alexandro yo no soy fantasma y no ando ahciendo pucheritos por ahi de mla tristeza que me dejo Gus, pues Gus dice que no hubieron besos ni abrazos, pero bien que se guarda algo. Proximos detalles en: http://eliot-gatonegro.blogspot.com/ por mientras vayan haciendose seguidores no mas... jajaja


MI MOMENTO MEMORABLE FUE MI PRIMER CHAPE EN EL COLEGIO, ella tenia 17 y yo trece. SOY un chico muy precoz... ¡Agarrate esa Gus!


Pd: para que no digan que soy fantasma agregenme eliot.alvarez@hotmail.com y agreguen mas chic@s al blog pues

martes, 6 de octubre de 2009

Aquel Día de San Valentín



14 de Febrero:
Día de la Amistad y de los ¿enamorados?

No he pedido permiso a la otra protagonista de esta anécdota por temor a un No.


“Claro que sí. Vivo cerca del Centro de Lima. Lo conozco como mi barrio”, le había dicho a Cinthia.
-Parece que no sales mucho, no sabes dónde estamos –dijo ella al verme vagando por las calles totalmente despreocupado.
-Sí sé, solo que no me acuerdo –me defendí.
Frente a nosotros una biblioteca. Entramos para hacer hora.

En aquel día de San Valentín, todas las parejas del grupo salían juntas, y como yo quería ir a una Feria y a un Museo cerca del Centro y ella a unas Galerías para comprar videos y al Parque de la Exposición, decidimos pasar toda la mañana juntos.
Hicimos el acuerdo en secreto, sin que nadie se enterara. No queríamos que los demás pensasen que era una cita. No. Eso era imposible; bueno, no tan imposible, porque después de todo si fue una cita.

Ya en la Biblioteca estuvimos comentando y riéndonos de lo que nos acababa de suceder. Pasando por la Alameda Chabuca Granda, una maldita chiquilla hija del demonio se paró delante de nosotros y dijo: “Casero, compré unas flores para su enamorada”. Y así nos siguió por toda la plaza. No sé que fue lo que más me asombró: el hecho que esta churupaca me obligara a comprarle las flores (porque de tanta insistencia lo hice) o el hecho que asombrosamente tuviera una enamorada.

Desconozco que fue lo que me incomodó. Pero quise y le dije a Cinthia que se deshiciera de las maldecidas flores. Ella (que supongo yo no es común que le regalen flores) trató de parecer que las flores tampoco le importaban, puesto que si no éramos enamorados ni nada parecido no había porque quedárselas.
Caminamos y caminamos, y Cinthia no desechaba el ramo. Estando por La Muralla, viendo que nadie nos observaba, agarré con fuerza las flores, las quité de su mano y las arrojé al río. No saben cuánto alivio sentí.

Siendo más del mediodía salimos de la Biblioteca. Y a las tres más o menos fuimos juntos al lugar acordado para esperar a los demás del grupo. Pasaríamos la noche en la Fuente Mágica del Agua (que personalmente creo es un desperdicio de agua). Nos divertimos.

-Cristopher me llamó y me avisó que no iba a venir; su mamá lo castigó –les avisé.
-Asu, qué roche –acertó Angélica haciendo muecas.
Y como todos los planes no son exactos. Únicamente fuimos al Parque del Agua: Andy y Michel, Clara y Margorie, Luís, Angélica, Cinthia y yo.

Andy y Michel, los recién enamorados, estaban más melosos que de costumbre.
Aquí el gran error: En medio del juego y las risas lo primero que hicimos fue mojarnos en una pileta que se cerraba y se abría. Yo arrojé a todas y las bañé todititito. Fue como un show de politos mojados. Pero, claro, al final yo también terminé empapado, como un pollo mojado.
Nadie reparó que adentro del Parque no venden comida; perdón, fue peor: nadie reparó que esa noche del 14 de febrero iba hacer un frío de la gran puta.

Yo vestía un polo blanco de tela delgada (ja!, cómo si tuviera que mostrar) y eso me hacía ver más flaco de lo que soy, y un pantalón negro que pesaba mucho y ahora mucho más ya que estaba mojado. Y los demás andaban igual.
Nos enteramos que dentro de pocos minutos comenzaría un concierto en el estrado del Parque, que quedaba diagonalmente opuesto a donde estábamos. A paso de tortuga fuimos para allá.

Yo que soy recontra friolento, estaba temblando escandalosamente. Luís, muy precavido, había llevado una casaca polar por si acaso. Y al verme temblando se apiado. No me dio su casaca, no. Alargó su brazo derecho y me abrazó. Ay, qué rico abrazo. Y así con su brazo rodeando mi cuello y bien pegaditos me fui calentando (esta frase no tiene nada de sugerente, porsiaca). De pronto, se acerca Cinthia y dice que también tiene frío y lo abraza. Luís todo caballeroso le regala su otro brazo.

Y así estuvimos yendo de un extremo a otro para el conciertillo. Y la gente cuchichiaba al ver a Cinthia, Luís y a mí, abrazado, inseparables, y yo y Cinthia tomábamos a Luís de la cintura (luego me contaron que salimos en la tv). Cuando llegamos al concierto, estaba un grupo de rock cantando muy bacán.

No nos dimos cuenta, pero Andy y Michel ya no estaban. Los mal intencionados dicen que Andy tenía un amigo que regentaba un hostal muy cerca de ahí. Y Margorie se encontró con su novio, que parecía un matón, y se fueron juntos, Dios sabe dónde.

Me quejo públicamente y Angélica me aconseja que para el frío es muy bueno que baile, y yo le advierto que solo lo haría si ella bailaba conmigo. Y los dos, en medio del césped, tapándoles la vista a los demás, bailamos unas canciones de los 80’ que el mismo grupo de rock cantaba. Y ambos bailábamos muy mal.

Y luego ingreso un grupo de cumbia. Y le dije a Angélica que eso no bailaba. “Te enseño entonces” amenazó. Y después de pocos minutos estuve dando pasitos cumbiamberos y cantando al son de las “Traviesas de la Cumbia” o algo así. Y de esto último nunca me voy a olvidar.

Eran ya más de las 10 y media. Y muchos se preocuparon. Desde el Parque de las Aguas hasta Surco o Ventanilla iban a llegar a las 12 o más. Y los malditos taxis cobraban carísimos, y plata nos faltaba. Caminamos cuadras de cuadras, Luís, Cinthia y yo fuimos los últimos en irnos y tomamos un bus.

Ahí riéndonos de ese día, no sé cómo comenzamos a meternos en el tema, pero (una vez más) discutíamos Cinthia y yo. Aquella vez Cinthia ganó y me hizo quedar como un tonto.
No sé si ella sentía algo por mí, pero conociéndola me lo hubiera dicho; es decir, se me hubiese declarado. Pero mejor que no pasó, porque no hubiera sabido que hacer. Era una gran amiga pero de ahí nada más, y yo soy muy lerdo con las chicas, y muy estúpido para no herirlas.
Nunca olvidaré aquel día del 14 de febrero.